domingo, 26 de enero de 2025

Entrando, mediante tu cuerpo, a lo sin fin ni principio

 

¿Qué sucede en tu cuerpo mientras experiencias el proceso

Bio-Espiritual mediante el Focusing?

 

Dado que el desenvolvimiento de esta historia es ilustrativo de lo que es el Enfoque Bio-Espiritual (Bio-Spiritual Focusing) ello me ha llevado a poner aquí, de manera sucinta, algunos (no todos los) elementos implicados e implícitos[1] que se encuentran en esta y en toda experiencia transformante. Al decir implícitos, estoy afirmando que lo que surge al estar experienciado este proceso no está ya formado, sino que es elaborado en el presente de manera que lo que pareciera ser anecdótico o anómalo no sólo nos abarca a todos, sino que es el proceso instaurado en la naturaleza humana que, en la actualidad, está dando lugar a una ampliación de la Conciencia sin precedentes en la historia de la humanidad, el cual nos lleva a experimentarnos como la conciencia de vivir, estar, en Lo Más extenso, en Lo sin fin ni principio.

 

Por supuesto que esta presentación incluye mi personal y respetuosa invitación a que experimentes en tu persona y en tu día a día algo como lo que puede que estés por leer, experimentándote como lo está haciendo ahora mismo un cada vez mayor caudal de seres humanos.  

 

Así que, con mi más grande agradecimiento para Miriam Mendoza, vayamos a la historia[2] (sugiero leerla completa antes de ir a mis notas a pie de página).

 

Miriam, madre de una recién nacida, solicita una cita médica conmigo para que atienda a su bebita. Al llegar, me consulta acerca del problema de su hija de 28 días de vida el cual, se ha venido incrementando. La tía materna de Miriam quien nos conectó y ahora las acompaña, trae en sus brazos a la recién nacida.

 

Entre los antecedentes clínicos perinatales[3] está el que cuando Miriam tenía 15 años, murió su hermana de 13 por anemia aplástica (su cuerpo no producía elementos sanguíneos). Miriam se había casado cinco años atrás, pero no había querido embarazarse; el embarazo vino aun trayendo implantado un dispositivo intrauterino[4] (DIU).

La joven madre me dice, cuando le pregunto por el motivo de la consulta: “Es que no sé[5] qué le pasa a la niña doctor; si la cargo llora, si la visto llora, si la amamanto llora… ni siquiera la he podido bañar, la baña mi mamá porque yo siento[6] las manos heladas, con un sudor frío, como con hielo por dentro;[7] como… __­­__[8] no sé.”[9] Mientras, yo veo a la tía de Miriam con su sobrina nieta en sus bazos durmiendo plácidamente. Al revisarla no encuentro nada anormal en ella por lo que le digo a Miriam: “Señora, su hija está sana, ¿siente[10] que hay algo que le impide disfrutarla y aun bañarla?” Viéndome fijamente a los ojos y tocándose con inquietud sus manos, instantáneamente me dice: “¡Sí doctor, mis manos!”[11]

 

Por mi contacto con el Enfoque Bio-Espiritual caigo en la cuenta de que la joven madre ‘sabe’[12] que en la sensación que tiene en sus manos está expresándose el problema existente entre ambas. Acorde con ello, le digo que sé de un procedimiento que quizá le aclare qué es eso en sus manos que le impide no sólo disfrutar, sino aun bañar a su hija, y le pregunto si estaría bien que lo lleváramos a cabo.[13] Me contesta que sí[14] y comenzamos el siguiente ejercicio de Enfoque Bio-Espiritual en su forma corta.

 

 Vea –le digo- si se siente bien cerrar sus ojos para que no la distraiga nada de afuera. Asiente instantáneamente[15] y al hacerlo, le pido que vea si puede entrar a su cuerpo y desde dentro de él, contactar con eso en sus manos que tiene que ver con el llanto de su hija al atenderla.[16]  

Cierra sus ojos y detecto cierta inquietud. No se trata –le hago saber- de buscar culpables ni explicaciones, tampoco de calmar, minimizar ni de eliminar lo que siente, sino de quedarse unos momentos de manera respetuosa simplemente sintiendo eso que está en sus manos. Tras uno a dos minutos,[17] súbitamente abre sus ojos con sorpresa y angustia y los fija en los míos. Yo tranquilamente le digo que estoy ahí con ella y que si para ella está bien, vuelva allí adentro.[18] Vuelve a cerrar sus ojos,[19] pero sigue tensa.[20] Entonces le pregunto si ha venido algo, tal vez una palabra, una imagen, un color, un recuerdo…  De inmediato me dice: “Sí, unas palabras:Nunca vas a ser una buena mamá para tu hija’. ”[21] Aún sorprendido, le reflejo estas palabras de manera empática[22], al tiempo que le pregunto si ellas se conectan con la sensación de sus manos antes referida y me contesta: “¡Sí!”[23], sin dudar.

 

Entonces le digo que vea cómo se siente todo esto[24] dentro de ella. En lágrimas y casi instantáneamente me dice: “¡Muy triste![25] Le reflejo esas palabras desde mi propia sensación corporal sentida y, al verla atribulada, serenamente le digo que está bien sentir eso triste,[26] pues ella había vuelto a abrir sus ojos como interrogándome y/o interrogándose si no sería mejor salir de allí y dejar todo eso. Con decirle que está bien sentir esa tristeza, vuelve a cerrarlos. Entonces le digo que vea dónde[27] en su cuerpo se siente esto tan triste. Está buscando ese lugar por unos cuantos segundos[28] y extendiendo su mano por todo su pecho me dice: “Aquí”.[29] ‘Aquí’, le reflejo[30] y le digo que tal vez ese lugar triste también esté necesitando[31] que le demos[32] una acogida respetuosa, delicada.[33]

Me contesta que lo intentará y poco después y más tranquilamente, me hace saber que lo está haciendo. Le digo que vea si puede quedarse ahí, esperando por si, como sus manos, ese lugar[34] también tiene algo que decirle, tal vez con una imagen, un recuerdo, una palabra, otro sentimiento…[35] Casi instantáneamente, y con un llanto que viene de muy adentro me dice entrecortadamente: Es un recuerdo…, es cuando estoy con mi hermanita en el hospital…, la tengo en

mis brazos, se está muriendo… estamos ella y yo solas.[36] Con el impacto que recibí al escucharla se me humedecían los ojos.[37] Al preguntarle, desde la conexión empática conmigo mismo a la vez que con ella, ¿Cómo se siente todo esto?, contesta tras una breve pausa: “¡Con mucho dolor!”[38]¿Dónde –le digo- en su cuerpo está este grande dolor?[39] Se toma unos instantes y, con el llanto fluyéndole posa delicadamente la punta de su dedo índice derecho y me dice: “Aquí… en mi corazón.”[40]

 

Entonces le propongo que vayamos[41] a ese lugar transido de dolor a darle nuestra presencia aceptante, amorosa, acogedora, tal y como lo hicimos con la sensación de sus manos y con la de su pecho. Ella lo acepta. Le digo que se tome todo el tiempo que necesite dale una presencia acogedora a su corazón.

 

 Permanece con eso como unos tres o cuatro largos minutos[42] (su tía, que había salido con la bebita de mi oficina, estaba inquieta, así que le hago la seña de que ya estamos por concluir) y comienzo a ver algunos cambios en ella: su llanto ahora es apacible, su semblante, de lívido, pasa a sonrosársele, su respiración antes entrecortada se ha suavizado; su cuerpo luce relajado y toda ella tiene una expresión como de alivio, de bienestar, de tranquilidad.[43] Entonces le digo que vea si hay algo más que necesite ser atendido. Se toma un breve tiempo revisando interiormente y con una leve sonrisa me dice que no, que: “¡Ya todo está bien!”[44]

 

Admirado, se lo reflejo y le pregunto si todo esto que ha recibido ha dejado una sensación como de bienestar, de agradecimiento… a lo que, insinuándosele una suave sonrisa, me responde “desde hace ratito he estado dando gracias por todo lo que he vivido”.[45]

 

Entonces le digo que, suavemente, vaya abriendo sus ojos. Lo hace como viniendo de un lugar muy profundo, como reconectándose lentamente con el mundo exterior. Y ya que lo siento oportuno, habiendo regresado de su experiencia interior,[46] concluimos el ejercicio.[47]  

 

 Al constatar que se ha reconectando con el entorno, le pregunto: ¿Cómo se siente ahora, Miriam? Busca palabras y como con una chispa de luz en su mirada, me contesta: “Con ganas, doctor, de llegar a mi casa y bañar a mi hija”.[48] Se lo reflejo y le pregunto si siente que este deseo proviene o se conecta con lo que acaba de vivir, y me dice “¡SÍ!”, sin dudarlo.[49] Yo simplemente le digo que ella decide si está bien llevarlo a cabo.[50] Ya se imaginarán lo sorprendido, y la agradable sensación de bienestar que me inundaba por dentro.[51]

 

Se van y a los 15 días regresan madre e hija a consulta de control, pero ahora las acompaña la madre de Miriam. De inmediato y, sin terminar de tomar asiento, la abuela de la pequeña me habla del cambio completo[52] que había visto en su hija al tiempo que me dice que ella era quien tenía que bañar a la niña porque Miriam no podía hacerlo. Le respondo que yo estaba enterado de ello. Entonces me dice: “Cuando llegué del trabajo por la noche pregunté, ¿Ya está todo listo para bañar a la niña?, y qué cree doctor que me respondió mi hija: Ya la bañé mamá.[53] ¡Yo no lo podía creer, doctor!”, concluye la abuela. Entonces comenta candorosamente la joven madre: “Y ahora doctor, la niña llora, pero no cuando la baño yo,[54] llora cuando la baña mi mamá”.

 

La bebita no volvió a responder con llanto a los cuidados de su madre y Miriam no tuvo más esa sensación de frialdad” en sus manos. Tampoco volvió a sentir que ‘nunca sería una buena mamá’. El asunto madre-hija[55] junto con la dolorosa historia que Miriam había estado cargando por años, había sido resuelto[56] con solo atender su cuerpo y sus sentimientos durante unos cuantos minutos.

 

Miriam me pidió que la acompañara para atender otros asuntos delicados mediante esta técnica/proceso entre tanto ella aprendía y ponía en práctica los aprendizajes básicos de cómo atender los asuntos complejos, detenidos, pero, fundamentalmente en cuanto a la manera de estar presente a ella misma. 

 

Tiempo después y tras varias consultas pediátricas sucesivas chequeando el estado clínico, la buena evolución de la pequeña Karen y la armoniosa interacción entre ambas, le pedí a Miriam su autorización para compartir su experiencia a fin de ejemplificar lo que es el Enfoque Bio-Espiritual. De inmediato ella me la otorgó.

 

Pasó el tiempo y en otra ocasión, después de haberle pedido en otros momentos que por favor me pusiera por escrito lo que había sucedido dentro de ella durante su ejercicio de Enfoque me contestó que se le había dificultado terminarlo,[57] pero que me quería compartir algo que le había ocurrido recientemente. Asentí y me contó que, desde la muerte de su hermana, ni ella ni su madre podían pasar frente al hospital donde la niña había muerto y que si no podían evitar pasar por allí, por lo menos se cruzaban a la acera de enfrente.

 

Pero recientemente -me dijo- tuve a una prima que es madre soltera, internada en un hospital gineco-obstétrico. Fuimos mi mamá y yo a verla pues la noticia era que estaba gravísima y queríamos despedirnos de ella antes del desenlace final. La Asistente nos dijo que estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y que sólo podía pasar a verla una sola persona. Yo decidí entrar.[58] Como la buscaba visualmente y no la encontraba, el médico me dijo, ¿a quién buscas? Le di el nombre de mi prima y me dijo: “¡Es ella!” Teniéndola enfrente, no la reconocía pues estaba muy pálida, hinchada, deforme, conectada a muchos tubos y rodeada de aparatos. El médico me dijo: “Habla con ella”. Yo no sabía si hacerle caso o no, porque me parecía o que se estaba muriendo o que ya estaba muerta. Al acercarme a ella me di cuenta de que respiraba (estaba intubada). Mientras le decía que era Miriam y que había ido a visitarla, saque mi cepillo, comencé a cepillarle su pelo[59] y le hablaba de cuando jugábamos y hacíamos muchas cosas juntas, de nuestras travesuras, de cuánto nos divertíamos. También le decía que, aunque mi familia no estaba de acuerdo con su manera de vivir, yo la quería; que su hija de tres años la necesitaba, y que, de verdad, yo quería que viviera… Y cuando me di cuenta, doctor, le estaba escurriendo una lágrima[60] por aquí, -me dijo M- señalándome la comisura externa palpebral derecha.[61] Al escuchar a M se me rasaban los ojos. Ella continuó: Cuando salí de mi visita a mi prima, ya mi mamá no estaba, no había soportado ni siquiera permanecer en la sala de espera del hospital.[62]

 

Su prima rápidamente se recuperó. Al preguntarle a Miriam si la manera como había estado con su prima en tan crítico estado, tenía que ver con la ternura y el afecto que ella le había dado a sus propios asuntos, me dijo que precisamente quería compartirme que la manera tan cercana como se había sentido acompañada y sostenida durante sus ejercicios de Enfoque la llevó a tratar de la misma manera a su prima.

 

 Entonces le dije: yo creo que lo que hiciste libró de morir a tu prima. Con sencillez, ella me confió que al recuperarse y salir del hospital su prima le había dicho exactamente lo mismo, que ya había tomado la decisión de morir pues ya nada ni nadie, incluida su hija, le importaba, pero que cuando Miriam estuvo con ella, al escucharla, veía que un Anciano de luenga barba vestido con una luminosa y blanca túnica[63] amorosamente le decía, en la voz de ella (de Miriam) lo que Miriam le estaba diciendo, incluso su prima le dijo ‘yo sabía que eras tú quien me hablaba, pero era ese amoroso personaje el que me lo decía’,[64] y que eso que recibió y la manera como se le dijo, la llevó a tomar la decisión[65] de volver a querer vivir.[66]

 

Lo más impresionante es que esa decisión de su prima ocurrió cuando estaba en estado de shock séptico (un alto porcentaje de las mujeres que se infectan tras un aborto inducido, mueren en estado de septicemia) es decir, sin una adecuada perfusión sanguínea de su cerebro, lo que teóricamente impide tomar una decisión como la de decidir volver a querer vivir. En estas condiciones, ella llegó, como lo hacen muchas personas que viven una experiencia cercana a la muerte, a tomar esa trascendental decisión que consiste en optar por la vida[67] y por una diferente y transformada manera de vivirla.[68]

 

Tiempo después Miriam pudo poner por escrito su experiencia y me la dio para compartirla, lo cual ahora hago para ustedes con todo mi agradecimiento para ella.

 

Si lo relatado como mi experiencia al acompañar a Miriam en su proceso puede ser sorprendente, en su escrito ella comparte algo del proceso interior, corporal, que le dio salud a ella, a su hijita, a la relación entre ellas, a su prima con su hijita, etcétera. Espero que todo lo anterior y lo que sigue, llegue a ser una invitación a tener tus propias experiencias mediante la técnica/proceso del Enfoque Bio-Espiritual.

 

Miriam describe así el desenvolvimiento del proceso experiencial corporal, y los efectos en su vida, en sus relaciones familiares e interpersonales; efectos positivos que le siguen fluyendo hasta el día de hoy:

 

Al comenzar el ejercicio de Enfoque, enfrento el enorme monstruo que es el miedo.[69] A partir de haber tenido esta experiencia, el cambio en mi vida fue completo. Y no solamente cambió la mía, sino también la de mi familia.

 

Antes, yo sentía que la vida no tenía sentido.[70] Había perdido a mi hermana. Mi madre había sido madre soltera y yo tenía que cuidar de mis hermanos y de mi casa.

 

Estaba falta de cariño. Toda mi vida no habían sido más que puras responsabilidades. Tenía miedo de casarme y de tener mi propia familia.

 

Era una persona que no sabía expresar lo que sentía. Me daba miedo querer y no sabía cómo tratar a las personas.[71] Cuando me casé empezaron los problemas.

 

Uno entra al Enfoque y empieza a sentir incertidumbre por lo que comienza a descubrir, pero poco a poco vas dándote cuenta que es maravilloso lo que encuentras y lo bien que se siente estar ahí. Empiezas y es todo oscuro, negro. Es como un cuarto en tinieblas y sólo después de tanta oscuridad y soledad, a lo lejos se ve un punto de luz.[72] Te acercas a ese punto, pero cuesta mucho llegar hasta allí.[73] Se hace eterno el llegar a alcanzarlo.

 

Al llegar ahí vi una luz[74] y una niña llorando de tristeza, miedo, soledad. No sabía esa niña para dónde ir. Al acercarme[75] a ella comenzaron a moverse todos mis recuerdos; sobre todo los más tristes que había vivido.[76] Todos eran acerca de la niña. Hubo un momento en que yo quería salir de allí.[77] Quería irme y dejar todo eso, pero una confortante voz me hizo tener fuerzas para seguir presente a todo[78]lo que venía. Y cuando me di cuenta ya no tenía miedo.[79] Era bonito estar viendo todo eso.[80] Conforme se me fue quitando el miedo iban llenándose de más luz esos recuerdos.[81] Poco a poco la niña dejó de llorar. Entonces se levantó y todo se iluminó.[82] Fue cuando finalmente le vi el rostro y sonrió que se convirtió en la adulta que soy.[83] A lo lejos había un camino verde, lleno de flores y un cielo azul. Sentía tanta felicidad que pude atender esos recuerdos uno por uno, sin miedo, tranquilamente. Entre esos recuerdos estaba el más doloroso que había vivido. Me acerqué a donde lo llevaba y vi a mi hermana que había muerto. Puede estar con ella en ese lugar.[84] Lo vi pasar todo desde su enfermedad. Fue maravilloso vivir esa experiencia[85] pues le pude decir cuánto la quería y dar gracias por el tiempo que Dios me dejó compartir con ella[86] y por haber sido mi hermana.[87]  

 

Después vinieron los momentos felices que se me habían olvidado o los había dejado en un rincón. Fueron muchos y grandes.

 

Caminé y vi a mi familia que entonces era mi esposo y mi hija que acababa de nacer. Estaban felices, esperándome con los brazos abiertos.

 

¡Y comenzó la felicidad![88]                                                                                         

Miriam Mendoza.[89]

 

El contexto en el que se ha dado esta historia es muy personal, pero el fluir de cada experiencia pone en acción los recursos que todos tenemos. Y lo que se lleva adelante (se autopropulsa; Edgardo Riveros) en cada situación humana implica que la humanidad entera está en marcha.  Así que esta historia nos deja ver con claridad el enorme potencial de salud, integración, desarrollo que trae consigo el echar a andar los recursos corporales que todos tenemos, recursos que somos, generadores de cambios profundos, permanentes y progresivos con sólo atrevernos a atender nuestros asuntos inconclusos tal y como los estemos sintiendo. Simplemente ve cómo esta joven mujer transitó[90] sucesivamente desde “nunca voy a ser una buena mamá…”, hasta: “… ¡ya todo está bien!”, mediante pasos ensamblados que tenían el propósito de generar nuevos significados imposibles de determinar a priori, pero con una clara dirección de vida nueva.[91] Hoy pues, sabemos de manera probada y comprobada, que este modelo conlleva un proceso de desarrollo que todos los seres humanos tenemos a nuestro alcance. También puedes ver que llevarlo a cabo no es algo complicado, sino que, su desenvolvimiento y resolución fluyen desde nuestro interior, lo cual, además y como Miriam, ¡disfrutamos!

 

Toda relación madre/hijo(a), como la que llevó a Miriam a pedir ayuda, comienza en la futura mamá antes incluso del inicio de nuestra gestación biológica, así que todos los seres humanos tenemos enfrente el reto de conocerla, asumirla y resolverla, para lo cual, afortunadamente ahora contamos, con este modelo que ha estado probando y comprobando su eficacia, de lo cual, esta historia es un bello testimonio.

 

Si tú eres como yo, seguramente habrás estado buscando soluciones para algún asunto (inconcluso, doloroso, reprimido), por medios puramente mentales. Afortunadamente hoy sabemos y constatamos que no es cuestión de conocer a detalle de dónde y cómo aparecieron nuestros problemas,[92] sino que, gracias a poner a trabajar estos recursos, podemos incluso decir que no se trata de solucionar nuestros asuntos problemáticos, sino de permitir que su resolución se nos dé al estar presentes para ellos de la manera como aquí se ha dado. Así que, si este escrito te motiva a probar el hacer Focusing, tienes a tu disposición este material para, con él, acceder a tus propias experiencias, tanto a las que has disfrutado como a las dolorosas, pues todas y cada una implican un inagotable MÁS (Gendlin) de ti mismo que se encuentra en las profundidades de tus tejidos corporales luchando por serte revelado, de manera que te vayas conociendo, aceptado y amando a medida que recibes y asumes las historias que yacen dentro de cada célula y en cada tejido de tu cuerpo.

 

Y si tienes dificultad para acceder a ese nuevo paradigma, aquí te dejo mi dirección para trabajar tú y yo, juntos, esta absoluta novedad.  

 

Juan B. Prado Flores. jubpr@yahoo.com, juanbpr@gmail.com 

 

 



[1] Al referirse a esto, dos grandes investigadores/innovadores, Eugene T. Gendlin, descubridor del Focusing (ver Focusing. Proceso y Técnica del Enfoque Corporal. Ed. Mensajero. España. 1982.) -a quien le dedico ese escrito- y David J. Bohm (https://www.revistasinrecreo.com/wp-content/uploads/2015/11/Bohm-David-La-Totalidad-y-El-Orden-Implicado.pdf) quienes, sin haberse conocido personalmente utilizan casi el mismo lenguaje al referirse a la concepción del Universo unificado e indiviso que nos contiene y que contenemos: Gendlin desde la Psicoterapia experiencial y la Filosofía de lo implícito y Bohm desde la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica. Estamos teniendo acceso y adentrándonos en lo que ahora se nombra como la Supraconciencia que habitamos, que somos, que nos habita, guía, sana, transforma. 

 

[2] Este relato, en su forma restringida por cuestión de espacio, fue publicado en la Revista The Folio, del TIFI (The International Focusing Institute) http://www.focusing.org/folio/Vol20No12007/11_BefriendingFear.pdf

 

[3] La consulta médica comienza con la recopilación de datos que los médicos englobamos con el nombre de “Antecedentes”. En retrospectiva se podrá ver la importancia de los antecedentes relatados por la madre de la pequeña y su conexión con los hechos que tendrán lugar.

 

[4] Tanto desde las experiencias paranormales como desde muchos otros enfoques, existen fundamentados puntos de vista que sugieren que vinimos aquí por motivos más profundos que solo como resultado de la falla de un método anticonceptivo, es decir, nadie ha venido aquí por error. Ver, por ejemplo,   https://www.youtube.com/watch?v=xth6KxE8ulM

 

[5] Obviamente el subrayado es mío. Al decir Miriam (M) este “no sé” …. parece que tiene la expectativa de que, al consultarme como pediatra, yo le diga por qué su hija responde con llanto a sus cuidados maternales y que mi respuesta la oriente y/o le dé la solución a su doloroso problema. Como médico, yo pude haberme decantado por tratar de dilucidar mentalmente este no sé, e incluso, utilizar mi autoridad para dale algunos tips como qué hacer para calmar a la pequeña, calentar sus manos antes de tocarla, y mil etcéteras.

 

[6] A lo que M siente en sus manos le podríamos llamar desde la práctica médica occidental, un síntoma o “somatización” en su sentido habitual, pero en realidad ella es capaz de relacionar lo que siente con el asunto que la ha llevado a consultar al pediatra. Esto no es habitual, mas bien, es raro. Le llamamos “referente directo” y vale la pena aprender a focalizarlo. Ver https://es.scribd.com/document/237261604/Una-Teoria-Del-Cambio-de-Personalidad-Gendlin-1964

 

[7] Por favor nota que esas sensaciones que culminan con este segundo no sé, nos están invitando (a M y a mí) a ir a una potencialmente sanadora interacción intra e interpersonal, no sólo del asunto expuesto, sino de otros implicados en este “no sé.”

 

[8] Esta línea _____ expresa la pausa (pausa revolucionaria: Marion Hendricks Gendlin) que le ha permitido a Miriam pasar de un proceso mental a tomar conciencia de que está presente a ese algo que está sintiendo y a lo que aún no puede darle un nombre. ¡Esto es muy importante! Para mí este tránsito en el interior de M denota su habilidad para entrar en un nivel de conciencia al que todos los seres humanos tenemos la capacidad de acceder mediante esta técnica-proceso. Aquí puedes ver que M tiene esa habilidad desarrollada en los más altos grados de la llamada Escala Experiencial antes mencionada (https://sientemejor.cl/escala-experiencial/) que predice si el proceso interior del cambio tendrá lugar o no. 

 

[9] A este “no sé” conceptualmente vago pero claramente sentido que contiene un cierto significado para M, le llamamos referente directo o felt sense (E.T. Gendlin), sensación sentida, sensación con sentido o significado sentido. Así que este segundo “no sé”, completamente distinto del primero, denota que M intuye o sabe, que lo que siente en sus manos tiene que ver con la reacción de su bebita a sus cuidados maternales. En la misma frase, ella ha pasado de un no saber intelectual, a esta sensación-sentida que tiene la capacidad de desenvolverse, lo cual quedará nítidamente evidenciado más adelante. Si M no hubiera hecho la transición de lo mental a lo referido como no conceptualmente claro, si lo hubiera reprimido (Ver Gendlin, Una teoría del cambio de la personalidad, https://es.scribd.com/document/237261604/Una-Teoria-Del-Cambio-de-Personalidad-Gendlin-1964) las cosas que están por acontecer en ese relato, no se hubieran dado.

 

[10] Esta pregunta estuvo a tono con lo que M me había referido acerca de las sensaciones en sus manos. Afortunadamente, yo no pasé por alto la transición arriba reportada. Así que mi pregunta … ¿siente que hay algo que le impide disfrutarla?, simplemente valida la referencia de M a lo físicamente sentido en sus manos, ¡que aún no sabe qué es! Si en lugar de hacerle esa pregunta la hubiera obviado, yo habría bloqueado el proceso corporal. Afortunadamente yo seguí mi intuición (no mi pensar como médico). Gracias a ello pude formularle esta crucial pregunta. Se podría decir, además, que gracias al segundo no sé de M, yo estaba respondiendo elevando mi frecuencia vibratoria (https://masterdreamlife.com/porque-y-como-elevar-tu-vibracion/)  al nivel de la de ella.

 

[11] Lo instantáneo de su respuesta: “¡Sí! ¡Mis manos!”, nos dice que ella está aceptando tácitamente que eso que ella siente aunado a la ausencia del sentimiento de bienestar propio de la relación materno-filial, tiene que ver con el malestar de su hija recién nacida. Para entonces, yo estaba admirado de que ella siguiera en este incómodo plano interior en lugar de querer entender y arreglar las cosas con y desde, “la cabeza”.

 

[12] Un saber no pensado, sino sentido. Implícitamente, M sabe que ella no solo tiene significados en su mente, sino que también su cuerpo porta sus propios significados. Esto, por banal que parezca, es un trascendental descubrimiento científico de E. T. Gendlin, ampliando enormemente las dimensiones de la conciencia humana y del papel insustituible de nuestro cuerpo, de sus sensaciones, de sus sentimientos, en la resolución de nuestros asuntos existenciales.

 

[13] Mi sensación corporal concatenada a todo lo antes referido por M me lleva a hacerle esta propuesta como invitación a adentrarnos en el proceso Bio-espiritual.

 

[14] Esta instantánea respuesta afirmativa de M, libre de bloqueos o resistencias, habla de que ella sigue conectada no sólo con su cuerpo y sus sensaciones, sino también con su significado corporalmente sentido, lo cual expresa un alto nivel vibracional que invita a quien le ha propuesto iniciar el ejercicio a elevar su propia vibración (ver: https://www.revistadefrente.com/7-cosas-que-afectan-tu-frecuencia-vibratoria-desde-el-punto-de-vista-de-la-fisica-cuantica/) el cual, como verás, se mantuvo durante todo el ejercicio. Estamos en terreno firme y fértil desde el que es posible que M lleve su doloroso asunto adelante por causes inéditos y totalmente impensables.

 

[15] Parece que su instantáneo consentimiento viene de su clara decisión de practicar, aun desde su incertidumbre, una propuesta totalmente desconocida para ella ¡hecha por un médico que acaba de conocer! Como Miriam ya tiene la conexión-físicamente-sentida en sus manos, comenzamos desde ella.

[16] Esta propuesta propicia que Miriam entre a sus espacios interiores en los que, como veremos, todo es posible.

 

[17] En cualquier terapia exitosa y en la práctica del E B-E, tanto la comunicación verbal como los silencios son no solo importantes sino trascendentales como lo podrás constatar en el curso de este relato.

 

[18] Pese al momento de tanta incertidumbre que estaba viviendo, M pudo acoger mi sugerencia de volver a su cuerpo para recibir lo que desde su cuerpo estaba surgiendo.

 

[19] Al acceder a volver a cerrar sus ojos, M estaba abriéndose a un altísimo nivel de vulnerabilidad, con lo cual y aunque parezca lo contrario ella ¡estaba llevando adelante el proceso del cambio!

 

[20] Tensión que no va a concluir hasta que su asunto no haya sido resuelto desde adentro.

 

[21] ¿De dónde le vino a M esta impactante declaración? Esto mismo te preguntarás cuando tengas tus propias experiencias bio-espirituales. Por ahora, simplemente date cuenta de que si hubiera provenido de sus procesos puramente racionales hubiera sido devastador para ella. En cambio, cuando un símbolo como este (y otros más que vendrán) se van integrado en un todo mayor, el resultado es milagroso.

 

[22] El “reflejo” empático, no es sólo la repetición de las palabras que ella ha dicho. Tal reflejo ayudó a que M sintiera que no estaba sola, que estaba siendo escuchada, que podía confiar en quien la estaba acompañando y en lo que estaba surgiendo como su propia experiencia, al tiempo que pudo sentirse escuchada, respetada, aceptada, acogida.

 

[23] Gracias a la investigación de Gendlin, plasmada en su Filosofía y su Terapia Experienciales, hoy sabemos que la sensación sentida de M en sus manos ha interactuado con la frase “nunca vas a ser una buena mamá…” ensamblándose y llevando adelante su delicado asunto. A esto es a lo que tanto Rogers como Gendlin le llaman congruencia: la capacidad (que todos tenemos) de experimentar fisiológicamente nuestros sentimientos y permitir que éstos se simbolicen con precisión. Se trata de una vivencia en la que no solo no hay certeza alguna, sino en la que no hay caminos trazados sino sólo la sensación de vulnerabilidad. Estamos en lo no racionalmente discernible, en lo no predecible ni mentalmente controlable. Estamos en territorio místico, sagrado.

 

[24] El cuerpo lleva nuestros asuntos como totalidades experienciales físicamente sentidas y no como fracciones o partes de un rompecabezas. En base a ello es que le propongo que tome conciencia de cómo se siente la totalidad que está viniendo, sintiendo.

 

[25] M ha podido verbalizar, es decir, ponerle nombre a lo que está sintiendo: ¡tristeza!

Al no haber M reprimido ni suprimido el sentimiento de profunda tristeza y en lugar de ello llevarle una presencia acogedora, ha llevado adelante el proceso de simbolización de la experiencia, ¡cambiando su significado!

Desde y con, Gendlin: “Usamos la palabra ‘simbolizar’ en un sentido raro pero cierto. Simbolizar aquí no significa representar en símbolos”. En este contexto, el símbolo es algo que viene al estar atendiendo un asunto físicamente sentido, que se expresa ya sea mediante una palabra (ahora en la frase: nunca vas a ser una buena mamá…), una imagen, un recuerdo, lágrimas… en cualquier cosa que encaje, que ajuste, que se adecúe al significado-sentido, llevando adelante el proceso y cambiando su significado. Ver Existencialismo y Psicoterapia Experiencial en Psicoterapia Experiencial y Focusing. La Aportación de E. T. Gendlin, en C. Alemany, Desclée De Brouwer, p. 50. En términos espirituales el símbolo es regalo, don, gracia.

 

[26] No hay por qué no aceptar ese sentimiento. Al contrario, necesitamos saber dónde se siente esa tristeza. Es como cuando vas a ver a una persona querida. Si está en el hospital, pues vas al hospital.

 Puedes darte cuenta de que el eje de donde parte el proceso Bio-espiritual es nuestro SENTIR, a veces placentero, a veces intenso como ahora, lo cual, paradójicamente, es más llevadero que sólo pensarlo.

 

[27] Se trata de apoyar el que M se mantenga en su cuerpo, permitiendo que sea el propio cuerpo el que lleve adelante el movimiento de avance. Seguramente ustedes se han estado dando cuenta de por qué es tan importante mantener el contacto con el cuerpo y su la enorme sabiduría.

 

[28] Este lapso de tiempo es lo que tardan en externarse estos procesos, en realidad este tipo de procesos se producen instantáneamente. De hecho, está demostrado que nuestros procesos biológicos se rigen por la física cuántica y no por la newtoniana. Ver cap. 4 del libro La biología de la creencia de Bruce Lipton.

 

[29] Este extenso señalamiento de todo su pecho habla de cómo sus pechos repletos de leche están tristes, sufriendo por no estar siendo vaciados por su bebita recién nacida.

No tenemos que decir que ha surgido una nueva sensación con un nuevo significado. El asunto como totalidad físicamente sentida, ha recorrido un trecho más.

 

[30] A al reflejárselo le confirma a M que lo que está sucediendo en su cuerpo también tiene sentido y significado para mí (diferentes a los de ella), lo cual redunda en que M pueda mantenerse enraizada en su cuerpo y a mí me permite a constatar que el proceso está yendo adelante.

 

[31] Si esos lugares físicamente sentidos están ahí es porque nos quieren comunicar algo importante. De hecho, podemos sentir que ellos nos atraen. Y de la misma manera podemos llegar a sentir que nosotros también los atraemos, estableciéndose un dialogo humano, amoroso, profundamente espiritual, bio-espiritual.

 

[32] El no estar sola sino acompañada, crea un clima confiable que la invita a arriesgarse e permanecer con lo que está surgiendo/sintiendo. Las dos presencias, la de ella para ese lugar y la mía para ella están llevando adelante el asunto como totalidad.

  

[33] Es inestimable la importancia y la trascendencia del papel de la presencia cálida, acogedora (carrying/feeling/presence) que es lo que realmente somos y que M le ofrece a su asunto que es la que el facilitador tiene para ella y para sí mismo, lo cual crea el ambiente, el clima interior, la elevada ‘frecuencia vibratoria’ que permite que el cambio se dé. Esta poderosa presencia nutre la interacción entre quien enfoca y quien acompaña. Alguien lo puso así: … ´donde dos a más se reúnen en mi nombre ahí estoy yo en medio de ellos´.

 

[34] Recuerden que estamos hablando de lugares físicamente sentidos. Es decir, de algo tan real como que lo sentimos pues nadie puede dudar de estar sintiendo lo que está sintiendo.

 

[35] Es de esperar que venga otro símbolo que se conecte con la sensación dolorosa y produzca otro novedoso movimiento hacia adelante…

 

[36] Ha venido el recuerdo/símbolo que adentra a M en el terreno de lo inédito, de lo inesperado. Es en las profundidades de su vulnerabilidad donde se ha generado ese nuevo paso. Ya nos dirá M qué tuvo que ver esta simbolización con el duelo por la muerte de su hermana. En la Filosofía de lo Implícito de Gendlin encontramos la explicación de este fenómeno: Lo implícito en la sensación de sus manos, se explicitó en: “nunca vas a ser una buena mamá”. Y lo implícito en la tristeza físicamente sentida se explicitó en el recuerdo de la muerte de su hermana. Al explicitarse lo implícito, ha llevado a M a una comprensión más profunda y a la resolución de un asunto reciente y de otro que por años, ella había estado cargando. En tal proceso, mente y cuerpo, cuerpo y mente han actuado como un todo y no como partes separadas. Ver: La primacía del cuerpo, no la primacía de la percepción: cómo el cuerpo conoce la situación y la filosofía. http://www.focusing.org/gendlin/docs/gol_2162.html 

[37] Y me sigue sucediendo lo mismo al recordarlo. Se ha dado una interacción empática de respeto y aceptación incondicional entre Miriam y quien le acompaña, lo que resulta en una bendición para ambos que yo sigo recibiendo, disfrutando, agradeciendo.

 

[38] Otro significado sentido que habla de la extrema vulnerabilidad en la que M se encuentra ahora ¡y en la que ha permanecido!

 

[39] En el E B-E nos mantenemos enraizados en el cuerpo sintiente lo cual deja fuera el análisis, los juicios, las interpretaciones. 

[40] Otra sensación con significado o sensación sentida: (felt sense: Gendlin) que, por definición y como dijimos al principio, que desde lo implícito, parece que está en vías de explicitarse.

[41] Al ofrecerle una presencia confiable a quien enfoca y éste a lo que encuentra adentro, creamos un clima en el que lo implícito se puede explicitar.

 

[42] Este tipo de tiempo expresado en minutos (Kronos), implica otro tipo de tiempo o kairós en el que M solo tiene que estar presente y abierta para recibir lo totalmente inesperado. 

[43] El asunto inconcluso se ha completado (resuelto) desde sus más profundas raíces corporales, dejando …

 

[44]dejando una sensación de alivio, de bienestar, no sólo por haber descargado una pesada carga, sino por haber recibido un inimaginable regalo. Desde la investigación de Gendlin, a esto le llamamos “cambio corporal sentido” (bodily felt shift). El enorme contraste experimentado entre el “antes” y el “después” de la experiencia bio-espiritual, expresa un proceso eminentemente creativo que implica la toma de conciencia de la gratuidad y del poder transmutador/sanador que nos habita, que, de hecho, lo somos. Este proceso viene a revelarnos algo más de nosotros mismos de una manera tan clara y evidente que nos lleva a aceptarnos y amarnos (sin juicios de por medio) con lo que sea que llevemos dentro.

[45] Por sí misma, Miriam ha dado el Sexto Paso del E B-E: “Nutrir y fortalecer” que consiste en que habiéndose uno dado cuenta de que el proceso se ha dado sin intervención del razonamiento mental, de algún tipo de dirección predeterminada, sin intervención de la voluntad consciente, claramente uno siente que ha recibido un impensable regalo. Así que para cuando yo se lo sugerí, ella ya lo había hecho, lo cual nos indica que el agradecer es consustancial a la experiencia misma de sentir/saber que ha actuado ahí algo benevolente sobre lo que no se ha tenido control alguno. Esto abona a que se trata de un proceso con dirección y propósito hacia lo saludable, ¡gratuito!

 

[46] Nunca ha sido un secreto el que la apertura a la propia historia implica siempre una ampliación de nuestra conciencia como ocurre en fenómenos paranormales como la telepatía, la precognición, la telequinesis, la canalización, la mediumnidad, las experiencias místicas. Regresar de ahí a la experiencia ordinaria requiere de cierto tiempo de reajuste.

 

[47] Como puedes darte cuenta, durante este proceso, en ningún momento recurrimos a algún concepto psicológico, a alguna doctrina, a una escuela de pensamiento, pues los recursos para llevar adelante nuestros asuntos vitales ya los llevamos adentro, son patrimonio de la humanidad. Es solo cosa de ponerlos en acción tanto para beneficio propio, para el bien común, para la evolución universal, que, como pronto verás, no exageramos al decirlo.

 

[48]¿De dónde le vino a M esta inusitada palabra?, ¿cómo se elaboró?, no hubo una lista de pros y contras, tampoco una sugerencia de mi parte… Podemos decir que vino del propio proceso experiencial, es decir, que se ha comprometido con dicho proceso y que no ha dependido de directividad, inducción, consejo, menos de algún tipo de intrusión y sin que hubiera un proceso mental, racional, reflexivo, inductivo, deductivo o volitivo de parte de Miriam. Todo esto me condujo al recuerdo, corporalmente sentido, de un texto bíblico que antes de mis experiencias de Focusing y Bio-espiritualidad no había tenido el especial sentido que ahora tiene para mí: “Pero me formase un cuerpo y heme aquí dispuesto a hacer tu voluntad.” Ahora puedo ver que M había llegado a una dimensión libre de bloqueos y resistencias que la empoderó para “hacer la voluntad de Dios” que es, lo amoroso/compasivo en favor de su hijita ¡y de ella misma! Pero todavía nos falta ver hasta dónde ha estado llegando este amoroso empoderamiento

 

[49] Una vez vivido, Miriam no puede dudar de lo ocurrido por más asombroso que haya sido. Así lo revela su respuesta instantánea, contundente.

 

[50] En el E B-E no dirigimos a la acción a quien enfoca, pero si ésta aparece, propiciamos que la persona tome conciencia de que esa decisión proviene de lo que ha experienciado.

 

[51] La resonancia de esta experiencia y de muchas otras al acompañar a otros en su proceso bio-espiritual siguen vigentes en mí hasta el momento presente.

 

[52] Ya veremos otra singular faceta de lo que la madre de M llama “cambio completo”.

 

[53] La madre de Miriam sabía muy bien que su hija lo había intentado sin haber sido capaz de hacerlo.

 

[54] Ahora, en el acto de bañarla, Miriam la limpia, la purifica de las dolorosas historias inconclusas que cargaba desde antes de embarazarse que fueron resueltas y que no solo no se interpondrán en la relación madre/hija, hija/madre, sino que serán fuente de salud y desarrollo para cada una y para su relación presente y a futuro, mientras M mantenga este tipo de interacción consigo misma. Estamos ante el despliegue en M de su libre albedrío que no es sino empatar su voluntad con una amorosa voluntad Mayor; es acceder a una misma y sanadora frecuencia vibratoria con la Fuente, el Todo; para el creyente, con lo Divino.

 

[55] … Y la pregunta es, ¿Miriam llevó a su hija?, ¿la pequeña Karen llevó a su mamá? (…) Sólo recodemos lo espiritualmente poderosos que son los pequeños recién nacidos. Acaso no decimos de ellos al verlos: ¡me lo(la) cómo!

 

[56] ¡Cuánto dolor y sufrimiento alberga la humanidad entera y cuán vasto y esperanzador, el trabajo y el camino que cada uno tendremos que ir recorriendo a lo largo de nuestra vida! La buena noticia es que hoy contamos con este modelo que nos ayuda a atender nuestros asuntos donde los llevamos en el cuerpo, ¡modelo-proceso que podemos enseñárselo a nuestros niños! Ver: “Beyond the Myth of dominance, an alternative to a violent society (Más allá del mito del dominio, una alternativa para una sociedad violenta)”, de Edwin M. McMahon.

 

[57]Como a M, a todos nos es difícil ponerle palabras a este tipo de experiencias, ya que ¡es más fácil vivirlas que ponerlas en algún tipo de lenguaje!

 

 

[58] La madre de M no pudo entrar a la UCI a visitar y despedirse de su sobrina casi desahuciada. Ello parece indicar que no había procesado el duelo por la muerte de su hija acaecida nueve años atrás. 

 

[59] Se trata de la presencia cálida y acogedora aportada por Edwin M. McMahon, que involucra al cuerpo, que se da mediante el cuerpo, ¡con el cuerpo entero!; algo muy distinto del lenguaje mental, correcto y educado que solemos utilizar en el trato social, con personas queridas y aun para con nosotros mismos.

 

[60] Podemos decir que, acompañada por M, su prima aun en estado de shock, había estado gestándose en ella algo totalmente novedoso e impensable. En esa lágrima, su cuerpo ha simbolizado el proceso que ha ocurrido en su interior y que ha “llevado adelante” su propia problemática, como veremos adelante.

Al escuchar el relato de a Miriam me di cuenta del increíble poder sanador que todos llevamos dentro y que podemos poner en acción aun estando entre la vida y la muerte en una unidad de cuidados intensivos (UCI).

[61]En su enfoque, M había experimentado cómo atender su propio asunto, y eso fue lo que hizo al atender a su prima moribunda “salvándole la vida”. Pero ¿fue algo aprendido?, o simplemente fue poner en acción el conocimiento implícito en ella que se despertó al atender la situación con su hija. Miriam hizo algo similar lo que hacía la Dra. Elisabeth Kübler Ross, pionera del estudio de la muerte y precursora de la Tanatología. Ver: Elisabeth Kübler Ross: "La Mujer que Miró la Muerte a la Cara", La muerte, un amanecer (youtube.com)

[62] Ello parece indicar que no había procesado el duelo por la muerte de su hija acaecida nueve años atrás. 

 

[63] Muchos testimonios de personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte (ECM) se refieren a estas figuras como seres de luz o como ángeles que las envuelven en amor, las acompañan, las guían, las empoderan y regresan de sus ECM transformadas y sin temerle a la muerte. Ellas han tenido la experiencia directa de que sus ECMs les ha mostrado el significado de su historia y el propósito de sus vidas. Mi querido amigo Jorge Jordán me ha dicho que para él ese episodio no es sino el encuentro de la conciencia de Rocío con la Presencia-Conciencia mayor que nos envuelve, sostiene, nutre, como ella lo hace y lo ha hecho siempre con todo cuanto existe.

En muchas experiencias cercanas a la muerte (ECM) la masa cerebral carente de perfusión sanguínea debido al shock séptico (que puede ser también, hemorrágico, cardiogénico, neurogénico, etc.) en que se encontraba su prima, había dejado de funcionar, dando libre paso a material que no viene de su mente, sino de, según algunos, de una conciencia Más Abarcadora. A este dominio, algunos físicos cuánticos le llaman la no-localidad (Alain Aspect Premio Nobel, su descubridor) señalando que estamos en una dimensión fuera del tiempo-espacio. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=Zpeo_mF5_gM&t=358s&ab_channel=NextLevelSoulEspa%C3%B1ol

 

[64] Desde una visión espacio-temporal, racional, Miriam y su prima Rocío funcionaban como dos seres humanos distintos, sin embargo, en la experiencia de Rocío, la voz era de Miriam y el amoroso mensaje se lo hacía llegar ese ser luminoso. Así que tal Figura y Miriam se habían hecho una sola y la misma cosa: una envolvente, amorosa, acogedora, eterna Presencia/Conciencia transformadora, ¡en su prima! Humildemente siento que también abarca a quien acompañó a Miriam en el proceso que trajo consigo la resolución del problema entre ella y Karen su hijita recién nacida y todo lo que tuvo que pasar para que se diera esa interacción, lo cual recuerda la noción de la unicidad de todo cuanto existe y del entrelazamiento cuántico como disolución de la dualidad (David Hawkins) así como el fenómeno de la “no localidad” cuántica, https://www.youtube.com/watch?v=BV6Q_mxOpW0&t=656s&ab_channel=MientrasViva.

 

[65] En sí misma, la toma de decisiones es un capítulo crucial en la vida individual, como lo fue para M decidir bañar a su hija y para Rocío, su prima, fue la decisión de querer tomar la vida en sus manos. Ese es otro fenómeno frecuente en muchas ECMs. Ver https://www.youtube.com/watch?v=oUhZIBJZTvY&t=3982s&ab_channel=SomosAlma

 

[66] Y regresar completamente transformada para iniciar una vida nueva. Este tipo de transformación es una constante en muchas experiencias cercanas a la muerte (ECM). Para muchas mujeres que regresan de su ECM, volver a esta dimensión tras haber llegado a paladear el amor del más allá, entraña un “amor infinito” que ellas sienten por sus hijos. https://www.youtube.com/watch?v=l9Y1W8op6u0&t=1032s&ab_channel=ChristianArg%C3%BCelloG%C3%B3mez

 

[67] El médico psiquiatra, Bruce Greyson, el más reconocido experto a nivel mundial en ECM, dice que en los estados expandidos de conciencia en los que se dan las experiencias místicas, está reducida al mínimo la actividad cerebral. Es como si el cerebro –dice- se apartase y dejara a la mente interior (la conciencia) desplegarse plenamente. Ver https://www.youtube.com/watch?v=0ERUlyxz_V4&t=743s.

 

[68] Como Miriam, su prima también regresó para ser, entre otras cosas, “una buena mamá”. 

 

[69] Uno de los más grandes obstáculos que se nos presentan para entrar a nuestro interior son nuestros miedos, por ello es que, culturalmente hablando, intentamos eliminarlos con la esperanza fantasiosa de conquistarlos, destruirlos, someterlos. En contraste, el título de mi publicación en inglés de esta historia habla de hacernos amigos de nuestros miedos, pues de hecho son nuestros más grandes aliados en nuestro proceso de ir accediendo a la salud integral.

 

[70] Con frecuencia tratamos de encontrar el sentido de nuestra vida fuera de nosotros dejando de lado los recursos interiores que todos tenemos disponibles para ayudarnos a encontrarlo.

 

[71] A esta condición le podemos llamar, con Gendlin, una personalidad estructurada, sin posibilidad de ponerse en marcha por sí misma. Ver, Una teoría del cambio de la personalidad. https://es.scribd.com/document/237261604/Una-Teoria-Del-Cambio-de-Personalidad-Gendlin-1964

[72] Muchas personas que tienen una experiencia cercana a la muere hablan de un lejano punto de luz, de una puerta, de un pozo, de algún tipo de vía de acceso que muchas veces conecta con algo indescriptiblemente grande y hermoso …

 

[73] Ahora sabemos que son nuestros mecanismos mentales de control los que nos dificultan entrar en la expansión de conciencia en la que suceden estos admirables fenómenos. Miriam pudo ir más allá de tales mecanismos técnicamente conocidos como “mecanismos de evasión de proceso”. Ver: Una teoría del cambio de personalidad de E. T. Gendlin. https://es.scribd.com/document/237261604/Una-Teoria-Del-Cambio-de-Personalidad-Gendlin-1964. 

 

[74] Con todo y lo desconcertante de la experiencia, M fue capaz de ir en pos de esa luz. Al entrar al proceso de atender nuestros miedos para tener acceso a la luz, en términos espirituales se le llama la noche oscura (san Juan de la Cruz), la sombra (C. G. Jung) el descender a nuestros infiernos interiores (Joseph Campbell).

 

[75] Miriam decide acercarse de manera amorosa a esa niña que llevaba en su carne la tristeza y el abandono de su infancia. Esto le confirió un poderoso movimiento sanador a su experiencia.

 

[76] Este es otro elemento muy frecuentemente experimentado en las ECMs; se le llama “revisión de vida”.

 

[77] Puede ser aterrador estar en un lugar como este. Sólo démonos cuenta si en lo cotidiano no tratamos de sustituir los momentos y las situaciones dolorosas por otros y otras menos atemorizantes.

 

[78] M tuvo la opción de salir y abandonar su proceso dejando todo sin resolver ¡reciclándolo! Pero su actitud de apertura, desencadenó la poderosa fuerza interior venida de adentro de ella misma que la capacitó para continuar ahí descubriendo su propia y liberadora verdad.

 

[79] El miedo que la había llevado ahí había cumplido su misión al mostrarle las historias escondidas a las que M tuvo acceso. ¡Nuestros miedos más profundos son poderosos mensajeros de buenas nuevas y fuentes potenciales de salud y liberación!

 

[80] Miriam ha puesto en estas palabas lo mismo que Gendlin (descubridor del Focusing) pone en las de un cliente: “Si usted se introduce en algo de veras, y permanece ahí, es como meterse dentro del ojo de un huracán…encontrará quietud y puede ver dónde se haya en realidad”. Ver: https://focusing.org/gendlin/docs/gol_2145.html

 

[81] En todo ese párrafo M describe la autopropulsión (ver El experienciar y la creación de significado de Edgardo Riveros: https://focusing.org/sites/default/files/upload/2022-05/El-experienciar-y-la-creaci%C3%B3n-del-significado-estructura-Edgardo-Riveros-Aedo-2016-12-07.pdf del fenómeno procesal que la experiencia humana es. Aquí ya no se trata de unas manos frías, de una tristeza, de un dolor, de una hermana muerta… Todo eso ha sido vivenciado como un todo y no como contenidos distintos para ser arreglados uno por uno.

 

[82] Esto podríamos compararlo con la culminación del proceso de revisión de vida de las ECMs experimentando como un amor incondicional que, entre otras cosas, implica un proceso de autoperdón lo cual cambia la manera de verse sí mismos.

 

[83] Esto que parece ficción suele ser la manera como se desenvuelven, se resuelven, mediante el E B-E, las historias traumáticas que vivimos no sólo de pequeños sino durante nuestra vida intrauterina, y, según muchos, historias ancestrales y de nuestras vidas pasadas. La bibliografía sobre esto es amplísima y no carece de sustento.

[84] Ese lugar no estaba en “el más allá”, Miriam lo encontró ¡dentro de sí misma! Obviamente, trascendiendo desde su propio cuerpo, el espacio/tiempo. En esta experiencia M resolvió su miedo a la muerte y, como vimos antes, creó dentro de ella el espacio para luego ir con su prima moribunda, acompañarla al decidirse por la vida y enconar un nuevo sentido existencial. Se trata, sin dejar dudas para M, de un encuentro vivo con su hermana trascendida cuyos efectos instantáneos se hicieron permanentes dando lugar a la resolución de su duelo.

[85] En estas ligas se puede ver cómo el contacto con seres fallecidos mientras se enfoca, es profundamente sanador: https://www.focusing.es/en-foco_revista/en_foco_2.pdf, pág. 41 y https://www.focusing.es/en-foco_revista/en_foco_3.pdf,  pág. 34. Esto nos lleva a preguntarnos qué tan cercanamente a una ECM puede conducir un ejercicio de EB-E o quizá mejor, que podemos atender nuestras pérdidas, nuestros duelos, nuestros asuntos detenidos sin necesidad de experimentar una ECM.

 

El enorme contraste experimentado entre el “antes” y el “después” de la experiencia bio-espiritual, es un importante factor que nos dirige hacia la toma de conciencia de la gratuidad y del poder sanador que nos habita y que, de hecho, lo somos. El momento en el que se da esta transición, sea al enfocar o sin estarlo haciendo formalmente, se puede sentir físicamente como algo nuevo, liberador (E. T. Gendlin). Ello ocurre muy frecuentemente en las personas que han tenido una ECM.

 

[86] A la luz de la información que ahora tenemos, el alma de su hermana no había podido hacer su “viaje a la Luz”, pues el duelo no resuelto de M (y su madre) se lo impedía. Hoy sabemos la importancia que tiene en Tanatología el rendirse al apego a la persona fallecida y dejarla ir. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=WDmV_i5ATB8&ab_channel=SomosAlma También sabemos que ese tipo de interacciones son en ambos sentidos y que los seres trascendidos vienen en ayuda de sus seres queridos para sanar traumas, enfermedades, adicciones, etc.

[87] En esa dimensión experiencial Miriam se encontró con su hermana trascendida, estuvo dialogando con ella, disfrutándola, agradeciéndole… y resolviendo el duelo por su muerte que había estado afectando su vida, su intimidad, su familia, sus relaciones… por todo ello, M se encontraba profundamente agradecida.

Lo que aquí, en el Focusing y la Bio-espiritualidad llamamos “experienciar”, incluye varias cosas: 1) sentir tu cuerpo por dentro, sin analizar, sin juzgar, sentirlo sin interpretar, sin elucubrar, sin inyectarle nuestras expectativas, ni las dulces ni las catastróficas; 2) recibir lo que estás sintiendo como sea que lo estés sintiendo 3) esperar que lo implicitito se simbolice (no siempre la simbolización es inmediata como tampoco el cambio sentido). Todo esto pausando tu mente. 4) Y para compartirlo, debes, primero, experimentarlo, y sin dejar de hacerlo, dejar trabajar tus procesos mentales para comprenderlo y finalmente ponerlo en un lenguaje que resulte comprensible para quien o quienes tu acompañes.

 

 

[88] Esta bella expresión, surgida de su experiencia transformadora corporalmente sentida, habla del poder transformador de este proceso que incluye (Gendlin) la interacción con el medioambiente, la vida corporal, los sentimientos, significados cognitivos, relaciones interpersonales y el yo mismo o self.

 

[89] Miriam no se quedó con su experiencia liberadora sólo para sí misma, sino que, como hemos visto, la ha hecho vida a su alrededor. Cuando yo la compartí en un aniversario de la llegada del E B-E a México, a Edwin McMahon, uno de mis maestros de Bio-espiritualidad a través del Focusing, no cesaban de fluirle lágrimas. Y aquí entre nos, en la celebración del Primer Encuentro Iberoamericano de Focusing en Argentina, el Dr. Gendlin, descubridor del Focusing, me hizo llegar un afectuoso saludo con mi amigo chileno Edgardo Riveros Aedo, con quien envió un mensaje felicitando y agradeciendo a la Comunidad Argentina de Focusing por ese evento/celebración y al que yo contribuí compartiendo el tema de la Bio-Espiritualidad.

 

[90] Esto que estoy nombrando como transitar en realidad implica que al tiempo que experimentamos la tristeza (el dolor o lo que sea real, físicamente sentido) dándoles nuestra aceptación y acogida a nuestros significados sentidos, creamos el espacio interior en el que pueden desenvolverse y resolverse nuestros asuntos detenidos.

 

[91] Esto mismo es lo que está descubriendo la física cuántica. El llamado universo holográfico implica que lo que pasa en él está pasando también en todo ser humano, e manera tal que al sanar algo en cualquiera de nosotros, la salud llega, a todo ser vivo, a todo ser humano. Sólo tenemos que descubrir la poderosa tecnología corporal que somos y aprender a dejarnos guiar por ella.

Ver https://www.youtube.com/watch?v=HPmQYTwxTdo&t=2370s

 

[92] Comparto este escrito para mostrar lo que sucede al aplicar este nuevo paradigma en la resolución de nuestros asuntos existenciales, cualesquiera que ellos sean, así como para invitar a los lectores a tener la personal e intransferible experiencia de que estar conectados consigo mismos, con los demás y con el Todo, a lo cual cada vez más seres humanos están teniendo acceso, dando lugar a una masa crítica que, literalmente, está renovando la faz de la tierra con reverberaciones de alcance cósmico.

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