jueves, 9 de febrero de 2023

 

Te comparto mi material que presenté en el taller sobre Bio-Espiritualidad para el programa “Cafecitos” del TIFI (The International Focusing Institute), el 22 III 21

 En esta presentación haremos un cruce entre la Bio-Espiritualidad y algunas importantes disciplinas describiendo muy brevemente sus inter e intra conexiones.

Espero que esta sea una experiencia interaccional, así que son bienvenidas sus intervenciones ya en forma de preguntas, dudas, comentarios, etcétera. Por mi parte yo le dejo a cada uno de ustedes la siguiente pregunta: ¿He experienciado algo de esto en algún momento? Por supuesto que serán plenamente acogidas sus respuestas.

Para comenzar, les comparto esto que escribieron los sacerdotes católicos Edwin M. McMahon y Peter A. Campbell en su monografía La sexualidad vista desde la perspectiva Bio-Espiritual. Para sanar una espiritualidad de control. Ellos son los precursores, pioneros, innovadores, promotores de la Bio-Espiritualidad, Fundadores del Instituto para la Investigación en Bio-Espiritualidad y sus maestros por más de 45 años.

“Después de permanecer 20 años en la Orden jesuita, ambos dejamos esa comunidad porque a la luz de los lineamientos oficiales de ese tiempo, nuestra relación era entendida como subordinada a las metas y a las necesidades académicas de esa Organización. Nosotros, por el contrario, no podíamos creer que la relación fuera secundaria. Para nosotros era primordial y un don de Dios para nuestro crecimiento y ministerio. …En una ocasión hasta abordamos el asunto de manera profesional, presentando nuestra investigación psicológica y sociológica a un grupo de religiosos superiores. Específicamente les expresamos cómo las comunidades humanas, al igual que las corporaciones, tienen sus propias leyes de desarrollo. Les proporcionamos ejemplo tras ejemplo para demostrar cómo las necesidades del desarrollo corporativo dentro de las comunidades religiosas violan las leyes del crecimiento personal. Nuestras conclusiones les resultaron tan amenazantes que el tema fue inmediatamente archivado. Nunca se publicaron esos documentos; esto sucedió hace más de 20 años.”[1]

 

LA INEXTRICABLE INTERPENETRACIÓN DE LA BIO-ESPIRITUALIDAD Y LA  REALIDAD TOTAL

Juan B. Prado Flores

Con la física cuántica

 

Erwin Schrödinger, descubridor de la física cuántica, ha encontrado que “El entrelazamiento es la gran propiedad de la estructura de la realidad”. El entrelazamiento cuántico de un conjunto de partículas (con 2 es suficiente) supone un estado de unión que hace que, la modificación o medición del estado de una de las partículas provoque un cambio de estado en las otras de inmediato, aunque éstas se encuentren a miles de años luz de distancia. El hecho científico de que a esas astronómicas distancias dos o más partículas mantengan un vínculo tan estrecho, nos habla de que el universo es un todo indivisible. Esto queda actualizado con el Premio Nobel de física de ese año (2022) [1].

Dean Radin, Ph. D. físico cuántico de la Universidad de Yale lo pone en estas palabras: “El entrelazamiento no sólo es aplicable, sino inherente a la experiencia humana porque nosotros somos parte del Universo”. Tal entrelazamiento se aplica tanto a nuestro ser con el universo como a que el universo está implícito en nosotros.

Experimentar vivencialmente (no intelectualmente) estas realidades de manera natural y continua, es posible para unas cuantas personas; muchos más precisamos de una suerte de método o modelo que nos ayude a acceder a tales experiencias, pues no es suficiente el conocimiento teórico sino más bien se trata ir tomando conciencia de que nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás, con todo cuanto existe y resolver los conflictos, las guerras internas, la enfermedad, tanto a nivel físico como emocional y espiritual, es un proceso que vivimos desde adentro.

 

Con la biología

La fotosíntesis es un proceso químico que tiene lugar en las plantas con clorofila que permite, gracias a la energía de la luz, transformar un sustrato inorgánico en materia orgánica rica en energía. De la misma manera que lo hace la planta al recibir la luz solar (un estímulo físico) por la acción de sus rayos ultravioleta B (UVB), los keratocitos de nuestra piel transforman el 90 % de la vitamina D inactiva a la forma activa o vitamina D3, cuyo déficit se asocia no solo con el raquitismo sino con mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, infecciones, enfermedades autoinmunes entre otros padecimientos. Así pues, igual que las células vegetales, nuestras células son capaces de recibir y utilizar el fenómeno lumínico creando vida nueva.

 Podrás darte cuenta de cuánto anhelan las radiaciones solares las personas que viven en latitudes donde la tienen por periodos muy cortos del año y cuán alta es la tasa de depresión mayor y de suicidios en esas poblaciones humanas.

En el año 2000, un artículo de V. Pophristic y L. Goodman publicado en la Revista Nature revelaba que “son las leyes de la física cuántica las que llevan a cabo los movimientos moleculares que posibilitan la vida.”[2]

Eso que sucede de por sí, tú lo propicias al estar permitiendo que se muevan y sean llevados adelante no sólo tus fenómenos físico-químico-biológicos, sino que al Focalizar (o enfocar) tus asuntos existenciales que son inherentes al proceso vital, ellos son resueltos o “llevados adelante”.

Ahora podemos corroborar experiencialmente que la biología humana está informada, sostenida, completada por el universo de la misma manera que tu presencia-conciencia está inextricablemente unida al universo.

 

Con la citología molecular

Esta disciplina ha descubierto que en las membranas de cada una de los cincuenta trillones de células de nuestro organismo existen receptores de sutiles pero poderosas frecuencias vibratorias emitidas por los químicos que inician una cascada de eventos fisiológicos que culminan con la producción de las proteínas que estructuran nuestro cuerpo sanándolo, pacificándolo, literalmente, transustanciándoloes decir, cambiando su naturaleza.

El Dr. B. H. Lipton, pionero en cultivo de células madre, hizo alusión a un experimento en el que un biólogo cultivó células bacterianas incapaces de procesar la lactosa y les puso esta sustancia como única fuente de alimentación pensando que morirían. Sorprendentemente, la presencia de lactosa, un tóxico para esas células, desencadenó un proceso que terminó formando lactasa, la enzima que desdobla la lactosa en galactosa y glucosa. Si eso hacen organismos unicelulares, qué no podrá hacer y de hecho hace, nuestro organismo por más frustrante, doloroso o catastrófico que sea lo que nos suceda.

Otro ejemplo, este desde la inmunología: el leucocito basófilo, la célula más pequeña de nuestro sistema inmunológico, cuenta en su superficie con un promedio de 270 000 receptores de alta afinidad para la inmunoglobulina E, un anticuerpo que tiene que ver con la hipersensibilidad. Si un solo basófilo tiene esa enorme cantidad de receptores en su membrana celular para una sola molécula, nuestro cuerpo entero, con cada una de las membranas de sus células tachonada de receptores de todo tipo ¡cuántos receptores de alta afinidad no tendrán para los neuropéptidos del afecto, de la aceptación incondicional, de la empatía!

Esto es importante, ya que los sistemas receptores celulares para las emociones y el afecto, captan esas señales químicas o ligandos, los cuales desencadenan cascadas de funciones al interior de cada célula mediante los llamados segundos, terceros, cuartos mensajeros, todos ellos indispensables para que cada célula funcione adecuadamente y haga posible que la vida acaezca en nosotros.

Ahora sabemos que nuestros sentimientos y nuestras emociones son señales químicas que, al ser captadas por los receptores especializados presentes en las membranas de nuestras células, mediante complejos procesos reorganizan el ADN celular dando lugar a proteínas acordes a tales mensajeros, determinando así la estructura y la función –saludable o no- de las 150,000 distintas proteínas que integran nuestro organismo individual.

 

Con la neurología

Los neurofisiólogos han descubierto que el cerebro produce 400 000, 000 000 de unidades de información por segundo (bit/seg), pero que sólo 2,000 de ellos nutren nuestra conciencia racional[3] lo cual es la diferencia entre mirarte a ti mismo(a) con tu propia y magna presencia o verte a través de la diminuta rendija de tu conocimiento intelectual, racional.

Hoy sabemos también que nuestro sistema nervioso tiene la capacidad de estar en constante evolución y desarrollo. Un ejemplo de ello lo tenemos en el fenómeno llamado neuroplasticidad que consiste en crear nuevas neuronas, nuevos cúmulos de ellas y nuevas vías nerviosas con funciones muy específicas. Otra manifestación del funcionamiento cerebral lo tenemos en las llamadas “neuronas espejo” que son el sustrato biológico que utilizamos al experimentar empáticamente el sentir de los demás y ¡de nosotros mismos! Ellas están presentes en el sistema nervioso de todo ser humano, por lo que la mayoría de las personas sienten el impulso natural de ayudar a sus semejantes y de sanarse a sí mismos. Son muchos los que se dedican a sanar a otros, pero para ello, primero aprendemos a ser empáticos y afectuosos con nosotros mismos.

 

Con nuestra psico-neuro-inmuno-endocrinología

Al ver a mayor amplitud nuestro paisaje biológico, constatamos que los entrelazamientos en la pneumo-psico-neuro-inmuno-endocrinología que somos, es cada día más estudiado y comprendido, no sólo en lo científico, sino sobre todo en sus efectos en la vida diaria. Así, al sentir y expresar afecto (un estímulo no físico no químico sino espiritual), activas el filogenéticamente arcaico y en ti evolucionado sistema límbico y experimentas de manera físicamente sentida lo preverbal, lo preconceptual, lo preontológico. En conjunto el sistema límbico y sus ricas conexiones con el hemisferio cerebral derecho generan lo intuitivo[4] que al trabajar coordinada y unitariamente con el hemisferio izquierdo y con toda la masa cerebral, da lugar a la aparición del símbolo[5]llevando adelante tus asuntos existenciales por más difíciles, complejos o añosos que sean, regalándote nuevos significados que llevan adelante lo que quizá has catalogado como problemático, detenido, dañado, absurdo, catastrófico.

Para entonces habrán estado activándose impulsos nerviosos de tu hipotálamo (parte del sistema límbico que rige tus emociones, tu sistema nervioso vegetativo y tu sistema endocrino) que estará enviando y a la vez recibiendo, señales a y de la corteza cerebral así como del tronco cerebral y del cerebro gastrointestinal, modulando tanto las emociones como los latidos de tu corazón, redistribuyendo la circulación sanguínea, estabilizando la tensión arterial, manteniendo la temperatura corporal, produciendo, reduciendo o modulando la secreción de los químicos del estrés (adrenalina, noradrenalina, cortisol, citocinas proinflamatorias, radicales libres, etcétera), así como  produciendo, inhibiendo o modulando la acción de los neuropéptidos del afecto: hormona de crecimiento, vasopresina, oxitocina, dopamina, poniendo a trabajar equilibradamente los antioxidantes que reducen el estrés de tus células y equilibrando todos tus mecanismos psico-neuro-inmuno-endócrinos, lo cual no sólo reduce el estrés, sino que te da una sensación de ligereza, bienestar, alegría, paz interior.

 

Con la filosofía, la psicología, la psicoterapia

La Bio-Espiritualidad tiene su raíces más inmediatas y profundas en la Filosofía de lo Implícito, en la Psicoterapia Experiencial y en el Focusing, cuyo descubridor es el filósofo, psicólogo, psicoterapeuta E. T. Gendlin (ver: Primary Bibliography Of The Philosophical Works Of Eugene T. Gendlin https://focusing.org/bibliography-gendlin-philo) quien pone el experienciar humano en estos términos:

“Tu cuerpo físicamente sentido, es en realidad parte de un gigantesco sistema de aquí y otros lugares, de ahora y otros tiempos, tú y otras gentes, de hecho, todo el universo. Esta experiencia de sentirte corporalmente vivo en tan vasto sistema es como tu cuerpo se siente desde adentro”[6].

Como habrás podido constatar con tu propia experiencia, esta declaración es una genial manera de expresar el entrelazamiento de lo físico, lo biológico, lo cósmico, con lo espiritual-experiencia.

 

Con la medicina

A nivel personal y como médico, no he dejado de practicar la Bio-Espiritualidad desde hace 27 años que llegó a mi vida. Es admirable para mí ver, sentir, lo que pasa en mí y en las personas que la practican. Como testimonio de ello, pongo aquí unas ligas en las que se puede apreciar que lo que sucede adentro y lo que sucede fuera al enfocar, es el entrelazamiento dinámico de todo cuento existe[7].

 

Con la espiritualidad.

Los místicos de Oriente como los de Occidente, con lenguajes bastante afines, coinciden experiencialmente en que lo espiritual es algo inherente a la naturaleza humana. Por ejemplo, todo místico del Advaita Vedanta (Sri Nisargadatta Maharaj, Ramana Maharshi entre los contemporáneos) experimenta que “el universo está contenido en el diminuto mundo de conciencia que somos”. San Juan de la Cruz dice que la “amada” (la criatura) es transformada en el Amado (Dios). El cristianismo lo expresa mediante el término encarnación. De tal experiencia viene la paz y la dicha que está más allá de todo conocimiento. Igualmente, todo el que vive la experiencia Bio-espiritual por algún tiempo, sabe (como lo ha sabido la humanidad desde siempre) que la verdad, el bien, la bondad, la belleza, dejan de ser solo manifestaciones de salud integral, sino la imperturbable paz anhelada por el corazón humano de todos los tiempos, épocas y circunstancias. Paz que, paradójica y admirablemente, brota desde lo incompleto, lo doloroso, lo catastrófico, lo sin sentido.

. Reggie Ray (https://www.goodreads.com/author/quotes/122849), quien practica la meditación tántrica dice que la iluminación es el estado natural del cuerpo y que la conciencia mental ordinaria está dada por una millonésima parte de la energía del cuerpo completo.

. El investigador Masaru Emoto congeló gotas de agua y las fotografío con un ultramicroscopio para ver su estructura molecular. Luego y tras haber recibido la bendición de un monje budista zen (un estímulo no físico) hizo el mismo procedimiento y las fotos muestran cambios de la estructura molecular dando lugar a imágenes de incomparable belleza. La estructura del agua congelada fue distinta según si el estímulo enviado por la oración y recibido por el agua congelada era de amor o de agradecimiento, de ternura, etcétera. Recuerda que el cuerpo humano tiene un 70 a 80 por ciento de contenido de agua. Pero no sólo el agua de tu cuerpo se beneficia de tu afecto, sino la inconmensurable complejidad de tu biología cuando le das a tu cuerpo y más específicamente a sus lugares heridos, tu ternura, tu empatía, tu aceptación, tu escucha.

. Una investigación realizada por el Instituto HeartMath reveló que cuando no sólo se atiende a una persona enferma, sino que con una delicada, cálida y amorosa presencia se acogen sus asuntos dolorosos, se obtiene una respuesta inmune 300,000 veces mayor que cuando no se les ofrece ese ambiente sanador. Nuestra experiencia da cuenta de que cuando la persona enferma atiende el cómo lleva en su cuerpo su dolor físico-emocional, accede a un nivel de salud inimaginable.

. Por supuesto que nuestro entrelazamiento con todo cuanto nos rodea también incluye muchas otras disciplinas como la sociología, la antropología, la política, la educación, la teología, la pedagogía, etcétera. La Academia actual trata de abordar sus amplios temas de investigación mediante la llamada interdisciplinariedad (B. Nicolescu) y la transdisciplinariedad (E. Morin) como maneras más holísticas de incidir en los objetos de sus respectivos estudios, en sus resultados y en el alcance real de sus efectos.  E. T. Gendlin ha hecho su aportación a estas áreas del conocimiento mediante la elaboración de un modelo que llamó Thinking At the Edge, (pensando en o desde el borde) que abarca lo investigado y el investigador como la indivisible realidad que es. La Bio-Espiritualidad aporta mucho en cada uno de esos campos.

 

EL ENTRELAZAMIENTO Y LA BIO-ESPIRITUALIDAD

Desde la espiritualidad expresada como empatía, afecto, escucha, compasión, el Focusing y la Bio-Espiritualidad nos ayudan a llevar adelante los procesos fisiológicos, cognitivos, emocionales, conductuales, espirituales, que por alguna razón se han quedado detenidos, volviendo a ponerse en movimiento y sanando el organismo completo que eres, trabajando armónica y equilibradamente tanto para tu propio bien como para el bien común y a la vez interactuando unificadamente con todo cuanto existe. Esto lo constatas cotidianamente como una sensación agradable y no pocas veces inefable en el cambio corporal sentido (bodily felt shift: Gendlinque experimentas al focalizar tus asuntos existenciales.

De la misma manera que los cloroplastos de las células vegetales reciben los fotones que viajan desde el sol y con ellos producen energía y materia viva, el agua de nuestro organismo también recibe la acción de los poderosos campos energéticos de tu afecto. Con ello, estás permitiendo que se muevan y sean llevados adelante tus asuntos detenidos beneficiándose con ello tu organismo entero y tu entorno.

Mediante la Bio-Espiritualidad podemos constatar que las neuronas espejo no solamente están ahí para que seamos empáticos con los demás, sino que al ponerlas a funcionar somos empáticos con los lugares lastimados que llevamos adentro[8], además de que estimulamos su neuroplasticidad. El cuerpo humano tiene los receptores (los órganos de los sentidos) para experimentar el mundo exterior. De la misma manera cada célula tiene en su membrana una miríada de nanoreceptores de energía física, química, espiritual que la ponen en contacto con el medio interno lo cual pone en acción los recursos vitales que al interconectarse ponen en movimiento nuestros recursos interiores que, reciben la energía del y aportan la suya al, Todo.

Si emites suficientes mensajes de afecto para ti y a tu alrededor, tendrás vigentes y activados sus receptores en las membranas de tus células (si no es así ellos han ido menguando) cuya energía abre la proteína que cubre el ADN y reorganiza los genes produciendo una cascada de eventos que terminarán produciendo proteínas acordes al estímulo inicial de afecto [9], transformando tu cuerpo entero y haciéndote más empático, más congruente y compasivo, lo que, por cierto, también incluye la producción de nuevos mensajeros como monoaminas, hormonas, neuropéptidos que te llevan a experimentar lo novedoso que a cada momento la vida pone en tus manos.

A esto le podemos dar como nombre autodesarrollo (A.H. Maslow), o con C. R. Rogers “tendencia actualizante”. Estamos hablando de que con estos procesos en movimiento podemos experimentarnos como seres humanos hechos uno en/con un universo en plenificación.

Como hemos visto, nuestro sistema nervioso está capacitado para estar en constante evolución. Podemos estimular su neuroplasticidad al simplemente tomar conciencia de nuestra propia presencia y ofrecérsela a nuestros asuntos delicados y difíciles que lleva nuestro cuerpo dando lugar al proceso biológico que ha hecho la evolución al, por ejemplo, formar las “neuronas espejo” que son el sustrato biológico que utilizamos al experimentar empáticamente el sentir de los demás. Y de la misma manera que somos capaces de “ponernos en los zapatos de otros”, lo somos al ser empáticos con nosotros mismos y como veremos, con aquello en nosotros que más necesita de nuestra cálida y aceptante presencia.

Necesitamos pues estar continua y permanentemente en esa afectuosa presencia y ofrecérsela a nuestros tejidos corporales donde se encuentran en estado incompleto (preverbal, prelógico) nuestros asuntos importantes que al ser captada por los “complejos proteínicos de membrana” de nuestras células, llevan a cabo los trabajos de transducción, epigenético y proteómico, que, finalmente resulta en la producción de proteínas estructurales de tu cuerpo acordes al transmutador proceso Bio-Espiritual que eres.

Mientras esto sucede, el electroencefalograma muestra ondas eléctricas que expresan “reorganización cerebral al más alto nivel de integración”[10]. Y como si esto fuera poco, al llevarse a cabo este proceso experiencial se están formando en tu cuerpo nuevas interconexiones neuronales y aun nuevas células nerviosas que, creando nuevas vías de aprendizaje o re-activando tu capacidad de notar y nutrir tus sentimientos importantes, te da acceso a nuevos, personalísimos y liberadores significados de los eventos importantes de tu vida, incluyendo los dolorosos, lo que te regala salud integral y con ello, una nueva dirección y aun el más profundo y real propósito de tu vida.

 

La experiencia de recibir y dar afecto

se encuentra en el centro y es el corazón de la Bio-Espiritualidad.

Generar afecto es lo más normal y natural en los niños. Esto los hace seres espiritualmente poderosos. Sólo tuviste que estar presente al darlo a luz, al verlo nacer, al sentirlo en tus brazos, al estar presente cuando dio sus primeros pasos, al sentir su beso en tu mejilla, su tierno abrazo…

El afecto no sólo tiene que ver con lo interior ya que repercute directa y a la vez, en lo exterior, que todo es una y la misma realidad. El afecto, tu afecto, el mío, desata un enorme poder que expresa –si lo quieres entender así- la manera poderosa como in-spiras el Universo y como él te acoge e in-spira.

¿Qué necesitas de alguien para poder aproximártele, para ser vulnerable ante él(ella)? Que te sea confiable, que te permita ser tú mismo, que no te avasalle, que no se te imponga, que te respete, que te escuche, ¿o no? Pues nuestro afecto dispone a nuestros asuntos inconclusos a soltarse, a confiar en nosotros, a entregarnos su sabiduría, porque les ofrecemos un clima seguro.

Cuando llevamos afecto a lo que en nosotros es real, nuestro cuerpo se abre, se atreve a ser vulnerable ante nosotros y entonces los significados-sentidos que llevamos en nuestros tejidos corporales comienzan a contarnos su historia. Esto es, de verdad, ¡importante!

Necesitamos aprender a llevarle nuestra afectuosa presencia especialmente a esas áreas en las que espontáneamente nunca lo habíamos contemplado y que ni siquiera consideramos que desempeñan algún papel en nuestra salud y desarrollo.

Quizá jamás pensamos que esas experiencias que nos han herido, avergonzado, confundido o lastimado, tuvieran un rol tan vital en nuestra salud e integración. Menos aún se nos había ocurrido ofrecerles nuestra amorosa presencia.

Al enfocar y relacionarnos con afecto con nuestros lugares heridos, nos volvemos menos controladores, más contemplativos, pues lo que ellos necesitan es una presencia empática y compasiva, una actitud de escucha respetuosa que les haga saber/sentir que realmente nos importan, que son nuestros verdaderos maestros interiores. Esto siempre produce crecimiento, expansión y apoyo a la integración porque es la manera como nuestro cuerpo se abre al proceso del cambio.

Al estarle dando cariño a nuestros lugares interiores heridos, nos permitimos derramar lágrimas de afecto a nuestros asuntos difíciles, expresarles ternura con la delicadeza de nuestro tacto y la suavidad de nuestra voz, empatía con el calor de nuestro abrazo. Mientras, va menguando la impaciencia de nuestra insaciable necesidad de estar siempre “haciendo”, “arreglando”, “componiendo”, en una palabra, controlando mediante la mente ávida de situarse en la cúspide del conocimiento y de la verdad.

Permitir que el afecto haga su trabajo, no sólo potencia tu propia integración, sino que lo experimentas como lo que crea el clima relacional propicio en el que se dan los pasos concretos de la salud y el desarrollo humano que parten no de lo que piensas acerca de una determinada situación, sino de cómo la llevas en tu cuerpo.

El conocimiento mental frecuentemente nos orienta al ideal de “lo que debe o debería ser…” haciendo así una brecha insalvable con lo real y dando lugar a una actitud rígida y controladora. En cambio, el modo corporal de conocer atrae nuestra presencia amorosa hacia lo que es, tal y como lo estamos sintiendo aquí-ahora. Esto es muy liberador de tensiones, de ansiedad, de estrés.

Mientras el modo controlador es inquieto e impaciente, el afecto nos da serenidad, nos conduce suavemente a “estar en”, permitiendo, esperando, recibiendo, un tipo de sabiduría que no podríamos obtener de ninguna otra manera.

Este es el modo que necesitamos aprender para estar con las sensaciones, emociones, sentimientos, que tienen un significado-sentido implícito y que necesitamos sostener si queremos escuchar las historias que están debajo de los significados corporalmente sentidos y que nuestro cuerpo nos insta a que las escuchemos dándonos con ello integración, salud, desarrollo.

 

El afecto lo experiencias en tu cuerpo

El término Afecto, no es sólo un concepto –mental-, nos referimos a él como una experiencia corporalmente sentida de presencia, de apertura, de permitirnos ir y tocar delicadamente algo sagrado dentro de nosotros. El afecto nos dispone a dejarnos tocar y mover; a ser íntimamente penetrados por ese algo que nos libera al nutrir nuestra apertura a lo que en nosotros es real. Esto real es nuestra verdad; es la que realmente nos hace libres cuando la escuchamos, abrazamos, asumimos...

¿Puedes recordar experiencias de haber experimentado el afecto de alguien? ¿Recuerdas cómo te sentías (o te sientes) al ver que venía alguien que tú amabas?, ¿qué sentías cuando lo(la) veías, cuando te tocaba…? ¿Disfrutabas eso? ¿Puedes sentir algo de eso, ahora?

Eso es el afecto. Es la experiencia de abrirte a algo, a alguien; de confiar, de ser vulnerable. La Presencia del afecto es como un maestro interior que nos introduce, nos guía y nos mantiene en el proceso de la congruencia que consiste en ser capaces de experimentar fisiológicamente nuestros sentimientos-sensaciones y permitir que ellos se simbolicen con precisión. Llegamos al más alto nivel de simbolización cuando la revelación que recibimos empata con los valores de belleza, verdad, bondad, amor, que son nuestra naturaleza real, como la Conciencia, Fuente, Realidad Más Grande que nos abraza, sostiene, conduce.

Se trata pues de llevar afecto a eso que sentimos físicamente, ya sea que provenga del mundo exterior o de nuestro mundo interior. Seguramente nos llegará, más temprano que tarde, una sensación de bienestar, de serenidad al experimentarnos como la presencia que atiende nuestros asuntos físicamente sentidos, lo que involucra ser sensibles, aceptantes y empáticos para con ellos.

 

***

Con la autorización de las personas abajo mencionadas, te comparto brevemente una historia que ilustra qué sucede cuando le damos una presencia cálida y acogedora a lo que llevamos adentro y cómo eso responde a nuestro afecto.

K______, una joven adolescente de 16 años con historia de "rechazo materno" (ver más adelante) desde su vida intrauterina hasta la actualidad, padece un grave estado depresivo con varios intentos suicidas.

Habiendo K estado enfocando durante varias sesiones y aprendiendo a hacer ella su propio enfoque, es decir aprendiendo a estar con sus dolorosas historias donde las llevaba en su cuerpo, había aprendido a darles lo que llamamos una “presencia cálida y acogedora.” En esa sesión y mientras atendía un doloroso asunto, en lágrimas, había llevado su mano izquierda a su pecho y con la otra acariciaba y besaba tiernamente las cicatrices donde se había herido varias veces cortándose las venas. Al concluir su ejercicio ella tenía una presencia tan serena y una alegría tan profunda que me llevó a preguntarle ¿Cómo te sientes ahora, K…? Entonces me dijo que se sentía bien, muy liberada del peso que había estado llevando encima por años. Luego hizo un breve silencio y con una sonrisa que le venía de muy adentro, me compartió que había estado dándose las gracias a sí misma por la manera tan amorosa como había estado acompañando la dolorosa historia que llevaba en sus tejidos lastimados mientras acariciaba tiernamente esas cicatrices.

Hasta el momento presente siguen vigentes en mí los momentos en que esa jovencita le daba tal calidad de presencia a su cuerpo lastimado y recibía de él su amorosa, sanadora y reconciliadora respuesta, para con ella y para con su madre. Es para mí imborrable la imagen post-enfoque de esa plenitud y hermosura humana, ¡en una adolescente de 16 años…!

Tiempo después, la madre de K, me compartió que en su primer parto (Karen nació años después)  la intensidad del dolor la llevó a tener la aterradora experiencia de morir y que, aunque una luz la regresó a la vida, el miedo a morir permaneció en ella durante toda la gestación y el parto de K. "Curiosamente", mientras la madre de K hacía su ejercicio de Enfoque Bio-Espiritual, me compartía que su asunto físicamente sentido estaba muy agradecido con ella por haberle estado dando su amorosa presencia. A partir de entonces, la relación madre-hija, hija-madre ha sido conmovedoramente afectuosa.

Juntas, estas historias de madre e hija resumen todo cuanto hemos dicho sobre el amoroso entrelazamiento que el universo en su totalidad, ES.

***

Te propongo que concluyamos esta presentación con un breve ejercicio que te confirme una vez más, que tu cuerpo intrapenetrado por el Universo Entero sabe MUY BIEN cómo generar afecto.

(.....)

Y ahora, al llegar al final de esta experiencia, ve si algo en ti se ha movido, ha cambiado a una manera más suave de ser llevada en tu cuerpo. Si gustas, puedes compartirlo ahora.

 

 

[1] https://quantum-society.com/2020/05/24/entrelazamiento-cuantico-la-ecuacion-mas-bonita-del-mundo/

#PremioNobel de #Física 2022 I ¿Cómo impacta el entrelazamiento cuántico tu vida cotidiana? https://www.youtube.com/watch?v=jylKRxc1eF4

[2] Ver los revolucionarios descubrimientos en biología molecular plasmados por el Dr. Bruce H. Lipton en el capítulo “Proteínas: la esencia de la vida”. pp. 42- 54 de su libro La Biología de la Creencia, publicado por Editorial Palmyra.

[3] Documental ¿Y tú qué sabes?

https://www.youtube.com/watch?v=SraVqTbma5o: Minuto 11.

[4] Lo intuitivo es una forma de conocimiento instantáneo que no requiere de los procesos mentales ordinarios. Albert Einstein dijo: La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el sagrado don.

[5] Le damos el nombre de “símbolo” a aquello que interactuando con lo preverbal físicamente sentido lleva adelante la experiencia (E. T. Gendlin).

[6] E. T. Gendlin, Focusing. New York, Bantam Books, Inc. 1981, p. 77.

[7] file:///D:/JBPF/CURSOS%20Y%20PRESENTACIONES/MIS%20PUBLICACIONES%20Y%20PRESENTACIONES/En%20Foco%202.pdf

file:///D:/JBPF/CURSOS%20Y%20PRESENTACIONES/MIS%20PUBLICACIONES%20Y%20PRESENTACIONES/En-foco%203.pdf

[8] Entre personas, una mirada cuántica a nuestras relaciones humanas, de Tomeu Barceló Roselló. En esta obra el autor metafórica y experiencialmente enlaza el mundo cuántico y la experiencia humana.

[9] De la misma manera, los receptores celulares de membrana también son expuestos a neuropéptidos del estrés: adrenalina, cortisol, radicales libres, etcétera, que van a terminar dando lugar a proteínas alteradas que producen enfermedad biológica: B. Lipton en “La biología de la creencia”.

[10] Norman Don: The transformation of conscious experience and its EEG correlates. Journal of Altered States of Consciousness. Vol 3(2), 1977-1978, 147-168. Un hallazgo impresionante fue que la actividad eléctrica del cerebro de las personas que enfocaban, cambió su ritmo alfa y theta justo antes de que ellos dieran la señal de que había venido lo que Gendlin denomina cambio-sentido (felt shift).

 

Mtro. Juan B. Prado Flores

jubpr@yahoo.com 

 



[1] Para mí, el más claro referente o fundamento para estas declaraciones es el dicho de Jesús: el Sábado fue hecho para el ser humano, no el ser humano para el Sábado. Las más sagradas Instituciones -como lo era el Shabat, el día de descanso según la Ley judía- fueron y han sido elaboradas para beneficio del ser humano, y no al revés.